3.- Aportes de la literatura al periodismo peruano
El punto de partida para la comprensión de la historia periodista es el reconocimiento de las afinidades que posee con la historia y la literatura. Desde los más remotos antecedentes de la historiografía -con Heródoto, Tucides y Jenofonte- se trabajaba con base en la búsqueda de la verdad de los hechos. Asimismo, la literatura también trabajo con la realidad y, claro está, en su dimensión estética. Shakespeare, Homero, etc. En base a hechos reales creaban historias que perduran hasta nuestros días.
Tanto la literatura como la historia que no poseen una fecha exacta de aparición aportaron, cada una lo suyo, para iniciación del periodismo. Señalar una fecha específica del nacimiento del periodismo sería negarle sus antecedentes y vínculos con otras ciencias. Alguno estudiosos señalaron su origen con la aparición de la imprenta, pero sin embargo, como afirma Acosta Montoro: “El periodismo -medio de comunicación destinado a formar, comentar, orientar y criticar respecto a hechos que interesan al hombre, sin sujeción a periodicidad, esto es, como constante comunicación informativa- ha existido siempre”.
Citando a autores que han estudiado el tema en varios países, vemos en que coinciden y difieren las dos profesiones, desde el punto de vista de la naturaleza del oficio mismo, su finalidad, los autores, el estilo, la responsabilidad jurídica de quien elabora el mensaje y el perfil de quien lo recibe.
La literatura hace ficción y el periodismo cuenta la realidad, aunque ésta a veces supere los límites de la fantasía. Y, por supuesto, se observa cómo la profesión informativa ha incorporado las técnicas literarias que le permiten narrar historias reales con un sentido más humano y que, al fin y al cabo, enriquecen la verdad de los hechos que estamos tocando.
Escritores Peruanos:
Mario Vargas Llosa, Gonzales Prada
Ricardo Palma y Bryce Echenique
La Tendencia que los norteamericanos llamaron en los años sesenta Nuevo Periodismo y que lustros más tarde, tomo el nombre de Periodismo Literario. Se trata de dejar claro que este nuevo fenómeno es ya una realidad consolidada en los ámbitos académicos y profesionales de todo el mundo, con prestigiosos exponentes a una y otra orilla del Atlántico.
Hemos tomado en cuenta lo que diarios y revistas estadunidenses y latinoamericanos han publicado en las últimas décadas para determinar cuáles son los géneros que mejor han plasmado la tendencia periodístico-literaria ellos son: la crónica, el reportaje, y el perfil.
Ello no quiere decir que otros géneros periodísticos como la columna, en ensayo y el comentario no utilicen las técnicas de las bellas artes, pero nos hemos ceñido a esos tres porque destacan como formatos interpretativos. No hemos teorizados sobre el estilo literario en los géneros de opinión, pues esto va más allá de nuestro campo de estudio.
Finalizamos la síntesis con un breve panorama del periodismo literario en el Perú, tomando en cuenta lo que hacen ahora diarios como El Comercio, La República y revista como Caretas. Es necesario decir que casi no hay bibliografía sobre este punto, razón por la que hemos tenido que recurrir a Internet y a algunos testimonio de periodistas en ejercicio.
Esta tendencia en nuestro país está todavía cimentándose y una prueba de ello es que no ha calado en la mayoría de medios escritos y tampoco se ofrece como alternativa académica en la mayor parte de facultades de comunicación del Perú. Es un campo en el cual se puede explorar con futuras investigaciones y tesis y, desde nuestra humilde posición alentamos a que otros trabajos continúen con estudios sobre este tema que apasiona a académicos y periodistas de todo el mundo.
El periodismo creó, por sus necesidades de rápida lectura y comprensión y su supuesta neutralidad, un estilo redaccional que ha nutrido a numerosos escritores, los cuales formaron parte de sus planteles y se destacaron en sus columnas. Además ha creado prestigiosos y serios comentaristas de la vida social y política, vistió sus páginas con buenos humoristas y dibujantes; ha desarrollado desde el proyecto costumbrista hasta la investigación documentada. El periodismo es una profesión riesgosa, muchos periodistas han encontrado la muerte en el ejercicio de su profesión. El periodismo es considerado por algunos autores como el "Cuarto Poder” de las grandes democracias occidentales (los tres primeros son los que establecen las constituciones modernas: poder legislativo, ejecutivo y judicial).
“El escritor, el artista, el creador, el poeta, el novelista, revela su temperamento y carácter en su obra: su introversión o extraversión, sus represiones y todos sus sustratos psíquicos. El periodista profesional, puede también tener sus taras psíquicas que podrán ser manifestadas en cierta manera en algunos textos periodísticos como la crónica que es más personal. Lo que no debe verse es el estado temperamental del periodista: su tristeza momentánea etc”.
El periodista es un artesano de la pluma al servicio de la información objetiva sin otra preocupación que la de contar, del modo más objetivo, completo y veraz, cuanto acontece y sea digno de ser comunicado. Este aspecto del sujeto a quien se dirige cada uno marca otra gran diferencia entre ambos y es precisamente el modo de ver las cosas. El periodista es el informador responsable y consciente a quién va a dirigir la realidad objetivamente y comunicarla como es, mientras el escritor la trabaja desde su interior, desde su apreciación subjetiva de lo que el mundo es. El Periodista es un hombre que trabaja en el día a día, contra el reloj, quien apenas puede madurar sus ideas. Un hombre que ha de enfrentarse a diario con millares de lectores de la más variada clase y condición a los que ha de satisfacer con su trabajo. El literato, escribe cuando quiere, cuando se siente inspirado; no posee presiones diarias y no se le puede exigir que lo haga.
“El escritor vale por lo que es y su estilo; El periodista cuenta por lo que dice y como lo dice, su mayor calidad es la transparencia.” (Martin Vivaldi)
La literatura y el periodismo encontraron el camino donde, sin perder especificidad, se enriquecen y donde la pugna por el poder de la comunicación fue hecha a un lado.
Tanto la Literatura como el periodismo han buscado, paralelamente, aunque por distintos caminos, nuevas formas de expresión, nuevas formas de llegar al lector e intentar captar su atención. Estas artes, aunque muy distintas entre sí han intentado superarse a sí mismas, salir de la monotonía de la época para buscar una nueva forma de narrar que atrape al lector.
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